Tal como sugeríamos en el punto anterior, a partir del siglo XVII, se producen dos fenómenos trascendentes con notables consecuencias culturales para las poblaciones de la zona. La introducción del caballo que transformó a los aborígenes en hábiles jinetes, generó indirectamente dos importantes procesos de asimilación cultural.
A caballo, transformados en grandes jinetes, los tehuelches ubicados al sur de la línea del Limay-Negro avanzaron en dirección norte hacia el ámbito pampeano, generalizando su cultura e incluso sus características físicas.
El proceso de aculturación que se produjo en la Pampa Argentina, fue lento y gradual, se inició a comienzos del silgo XVII y pasó inadvertido por los conquistadores españoles. La influencia mapuche en relación a la lengua, la religión,el tejido y la cerámica, se proyectó hacia toda la pampa.
Los mapuche, se extendieron de oeste a este, frenando primero y dominando después la expansión tehuelche. Este proceso, denominado araucanización supuso la asimilación progresiva del mapudungun. Al este de los Andes, este fenómeno se dio junto con la expansión como consecuencia indirecta del prestigio de lengua mapuche. El mapudungun mostró su supremacía frente a las lenguas locales, en especial para los “parlamentos” con los españoles.
La transformación étnica y cultural que se produjo a partir dela introducción de la lengua fue gradual y pacífica. Tampoco hubo un desplazamiento concreto de la población mapuche, solo a comienzos del siglo XIX, distintas tribus mapuches conocidas como vorogas, se radicaron en el centro de la pampa dando lugar a caciques que luego hicieron historia.
El caballo otorgó a los pampeanos una movilidad importante gracias a lo cual se estimuló el intercambios comercial con los hacendados del sur d Chile. Los caminos se llamaban “rastrilladas”. Calfucurá, un lonco pehuenche oriundo de la zona del volcán Llaima, que dominó el comercio de la pamap en el siglo XIX. Desde su sede en Salinas Grande, tejió alianzas e intrigas hasta convertirse en un gran caudillo. Pacto con los presidentes argentinos Rosas y Urquiza, intercambió correspondencia con el Obispo de Buenos Aires, entre otros notables de su tiempo. Su hermano, Reuque, gobernaba los pasos de la cordillera por donde ingresaba a Chile el ganado que provenía de la pampa. Además, condujo varias batallas contra el ejército argentino hasta que finalmente fue derrotado.
Namuncurá, Hijo de Calfuncurá, asumió luego de la muerte de su padre en 1873. A él respondían unos 25 loncos y más de 2500 guerreros. Encabezó la rebelión de 1875 contra la peneteración del ejercito argentino en la Pampa. Continuó su lucha pese a haber sido derrotado hasta que se entregó finalmente en 1884.