Hacia septiembre/octubre, el tiempo comienza a mejorar en las latitudes australes. Las majadas que han pasado el invierno en los campos de invernada, se dirigen a los pastos tiernos y los peones ovejeros recorren en campo en donde la nieve se va derritiendo.
Para que las crías puedan nacer en octubre, es importante que el apareamiento se produzca con cinco meses de anterioridad. Luego, habrá que separar machos y hembras para que no se produzcan nacimientos en ninguna otra época del año.
Las madres, tienen un cordero por vez. Las crías inmediatamente caminan al lado de sus madres. Como todo el proceso sucede al aire libre, condiciones climáticas adversas pueden devenir en una alta mortalidad de las crías y sus madres. Por otra parte, es el momento que aprovechan los predadores, desde el puma, cuyas crías también nacen en primavera y están siendo adiestradas por sus madres en la cacería, hasta zorros, caranchos y chimangos, dispuestos a diezmar las majadas.
Una vez que los corderos han crecido un poco y se han fortalecido, comienzan a prepararse los arreos para acercar a los animales al casco central de la estancia, en donde se llevarán a cabo los trabajos del la próxima estación.